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Miércoles 2 de enero, a las 17:30 horas (cinco y media de la tarde), Santa Misa de inauguración de la Exposición "Las Raíces de Villanueva del Duque", en la Ermita de la Virgen de Guía.
LAS TALLAS MEDIEVALES DE VILLANUEVA DEL DUQUE
En el año 1955, durante las obras de restauración en la Ermita de la Patrona, la Santísima Virgen de Guía, al destabicar la puerta lateral, conocida popularmente como de Alcaracejos, los albañiles comprobaron que el hueco exterior no se correspondía con el interior, por lo que decidieron agrandar el arco interno superior para darle mayor luz.
Al hacerlo, descubrieron en dicho vano, seis tallas de madera románicas, de mediado tamaño, con restos de policromía, mutiladas, con quemaduras ocasionadas por el fuego, de clara influencia de la iconografía vasco-navarra de la segunda mitad del Siglo XIII.
Su enorme valor espiritual para los fieles las salvaron de ser destruidas totalmente en la hoguera, de ahí su principal deterioro.
Es evidente, que el ser salvadas del fuego, y posteriormente escondidas en lo que sin duda fue un lugar seguro, se debía a un tiempo de incertidumbre y belicoso, que bien podría ser la Guerra de la Independencia de 1808-1814, entre franceses y españoles.
Otra posibilidad, podría ser la expropiación de bienes de la Iglesia y comunidades religiosas de 1835, durante el periodo de Desamortización de Mendizábal, Jefe del Gobierno en tiempos de la Reina María Cristina de Borbón.
Su antigüedad, evidencian que recibirían culto en la cercana localidad de El Allozo, en la Parroquia de San Blas, pueblo matriz de Villanueva del Marqués y posteriormente, del Duque, a un kilómetro escaso de la citada Ermita de la Virgen de Guía.
Representan, por orden de tamaño, de menor a mayor a:
La Virgen Niña, que porta un libro en su manos;
la Virgen de Guía con corona real,;
Santa Lucía, virgen y mártir, con el platillo de los ojos y la palma de martirio;
San Blas, obispo, con ornamentos episcopales y en actitud de bendecir;
San Juan Bautista, con el “Cordero Pascual” en su mano, y
San Mateo Apóstol y Evangelista, con la pluma propia de escritor evangélico.
Mención especial merece la talla de la Virgen de Guía, que fue tratada y restaurada en Madrid, el Departamento de Escultura del Museo Nacional del Prado, gracias a la gestión de Francisco Alamillos Arévalo.
Debido al gran valor artístico e histórico de la tallas, por decisión del Obispo Diocesano, monseñor José Antonio Infantes Florido, pasaron a exhibirse en el Museo Diocesano de Córdoba, en calidad de depósito, siendo propiedad de la Parroquia de San Mateo Apóstol de Villanueva del Duque.
Autor: José Cabellero Navas