SAN GREGORIO
DE VILLANUEVA DEL
DUQUE, EN EL
AÑO DE LA FE
En este Año
de la Fe, la mirada puesta en San Gregorio, obispo de Ostia, nos remite hacia
ese legado milenario cristiano, cimentado y afianzado en Cristo salvador, en
quién ponemos nuestras miradas.
Cuando San
Gregorio llega a España a finales del Siglo X, enviado del Papa Juan
XVIII, como intercesor divino ante la
plaga de langosta que devastaba el campo navarro, predicó que el único remedio
ante tal necesidad, era la oración confiada al Señor, Señor y dueño de todo lo
creado.
La Iglesia,
al celebrar este Año de la Fe, nos vuelve a insistir en cual debe ser la
actitud del cristiano, la prioridad y actualización de nuestras actitudes en lo
referente a nuestra vida espiritual.
Villanueva
del Duque, volvió a poner en las manos de San Gregorio, el devenir de su
historia, tal y como a principios del Siglo XVI hicieran nuestros antepasados dedicándole
una Ermita, al sur de la población, sobre un cerro que la eleva y la hace
visible desde muchas de sus calles, de modo que los villaduqueños sepan a quién
tienen por intercesor, en cada una de las necesidades, que hoy como ayer,
preocupan y necesitan los que confiadamente, se entregan al Señor.
José Caballero
Navas
La Ermita de San Gregorio se llenó de fieles para participar en la Santa Misa celebrada por Don Ignacio, nuestro párroco
ORACIÓN A
SAN GREGORIO
Avanza, hermano,
avanza,
desafiando el
tiempo y tu
desidia,
deseos en
mano, ilusiones de
vida,
que la
meta te aguarda
en la cima.
Allí, desde
su sin par Ermita,
San Gregorio
tus pasos cuenta
y guía;
allí su
bendición dará esperanza
a la
densa nube de
tu fatiga.
Tú, Gregorio,
abogado ante las
plagas,
Romero de
Ostia a tierras
bravías,
trajiste remedio,
paz y bonanza,
por tu
plegaria y santidad
de vida.
Romero incluso
tras tu muerte
llorada,
quisiste permanecer
siempre vigía
desde la
altura encumbrado de tu cerro
adonde se
alzan las manos
que suplican.
Más aún
que a nuestros
campos nos abrasa
la sed
que sacia el
agua viva;
danos agua de la
Divina Palabra:
para nuestros
quebrantos, Buena Noticia.
Hoy se
ciernen, ávidas, otras
plagas;
sobre nuestro
pueblo y sus
familias;
tiempos recios
para la Fe
heredada:
que en tí, San
Gregorio, hallen medicina.
Ascendemos por
empinada calzada
hasta tu pequeña y
blanca Ermita,
repleta de
deseos la mirada
y el
corazón lacerado de
espinas.
Se eleve
a Ti, Gregorio,
la plegaria
de Villanueva
que busca quien
lo asista;
tu intercesión
valiosa, y tu agua
santa,
refuercen en
mayo nuestra Fe
Divina.
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