sábado, 11 de mayo de 2013

Celebración de San Gregorio en Villanueva del Duque, 2013

SAN  GREGORIO  DE  VILLANUEVA  DEL  DUQUE,  EN  EL  AÑO  DE  LA  FE

            En este Año de la Fe, la mirada puesta en San Gregorio, obispo de Ostia, nos remite hacia ese legado milenario cristiano, cimentado y afianzado en Cristo salvador, en quién ponemos nuestras miradas.

            Cuando San Gregorio llega a España a finales del Siglo X, enviado del Papa Juan XVIII,   como intercesor divino ante la plaga de langosta que devastaba el campo navarro, predicó que el único remedio ante tal necesidad, era la oración confiada al Señor, Señor y dueño de todo lo creado.

            La Iglesia, al celebrar este Año de la Fe, nos vuelve a insistir en cual debe ser la actitud del cristiano, la prioridad y actualización de nuestras actitudes en lo referente a nuestra vida espiritual.

            Villanueva del Duque, volvió a poner en las manos de San Gregorio, el devenir de su historia, tal y como a principios del Siglo XVI hicieran nuestros antepasados dedicándole una Ermita, al sur de la población, sobre un cerro que la eleva y la hace visible desde muchas de sus calles, de modo que los villaduqueños sepan a quién tienen por intercesor, en cada una de las necesidades, que hoy como ayer, preocupan y necesitan los que confiadamente, se entregan al Señor.
José  Caballero  Navas

La Ermita de San Gregorio se llenó de fieles para participar en la Santa Misa celebrada por Don Ignacio, nuestro párroco

ORACIÓN    A   SAN    GREGORIO

Avanza,  hermano,  avanza,
desafiando   el  tiempo  y  tu  desidia,
deseos  en  mano,  ilusiones  de  vida,
que  la  meta  te  aguarda  en  la  cima.
Allí,  desde  su  sin  par  Ermita,
San  Gregorio  tus  pasos  cuenta  y  guía;
allí  su  bendición  dará  esperanza
a  la  densa  nube  de  tu  fatiga.
Tú,  Gregorio,  abogado  ante  las  plagas,
Romero  de  Ostia  a  tierras  bravías,
trajiste  remedio,  paz  y  bonanza,
por  tu  plegaria  y  santidad  de  vida.
Romero  incluso  tras  tu  muerte  llorada,
quisiste  permanecer  siempre  vigía
desde  la  altura  encumbrado  de  tu  cerro
adonde  se  alzan  las  manos  que  suplican.
Más  aún  que  a  nuestros  campos  nos  abrasa
la  sed  que  sacia  el  agua  viva;
danos  agua  de  la  Divina  Palabra:
para  nuestros  quebrantos,  Buena  Noticia.
Hoy  se  ciernen,  ávidas,  otras  plagas;
sobre  nuestro  pueblo  y  sus  familias;
tiempos  recios  para  la  Fe  heredada:
que  en  tí,  San  Gregorio,  hallen  medicina.
Ascendemos  por  empinada  calzada
hasta  tu  pequeña  y  blanca  Ermita,
repleta  de  deseos  la  mirada
y  el  corazón  lacerado  de  espinas.
Se  eleve  a  Ti,  Gregorio,  la  plegaria
de  Villanueva  que  busca  quien  lo  asista;
tu  intercesión  valiosa,  y  tu  agua  santa,
refuercen  en  mayo  nuestra  Fe  Divina. 
 

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