miércoles, 8 de enero de 2014

Solemnidad de La Epifanía del Señor y los Reyes Magos

La lección de los Magos es válida siempre. Nos enseñan alteza de miras para ver la estrella, intrepidez para seguirla y constancia para llegar hasta el fin.

El seis de enero se celebra la Epifanía en el mundo cristiano. En esta fecha conmemoramos la adoración al Niño Dios por parte de tres reyes sabios que llegaron a Belén desde el Oriente para ofrecerle al Niño tres obsequios simbólicos: incienso, mirra y oro.
El oro: para un Rey

Puede ser interpretado “como regalo regio, destinado a un rey”. En este sentido, recuerda que en Mateo 2,2 se hace referencia a que los Reyes Magos llegaron a Belén en búsqueda del nacimiento del “Rey de los Judíos”, por lo que la faceta regia del acontecimiento estaba presente.

El incienso: para un Dios

La simbología del incienso emparenta con el carácter divino de Cristo.

Tanto en la religión judía como en las paganas se quemaba delante de los dioses, muchas veces como sacrificio. De hecho las iglesias católica y ortodoxa lo siguen empleando en su liturgia.

La mirra: para el que sufre y muere

La mirra es una sustancia aromática también gomosa, resultado de recoger la resina del árbol de la mirra, se ve dos posibles explicaciones en la presencia de este objeto en el lote de presentes de los Reyes Magos.

La primera, teniendo en cuenta que la mirra se utilizaba como anestésico -normalmente mezclada con vino-, se puede interpretar como que Nuestro Señor venía a quitar el dolor al mundo. Pero hay otra interpretación que dice que, teniendo en cuenta que también se empleaba para embalsamar a los muertos, es un anuncio de su pasión, y una alegoría de que Jesús, como hombre está sujeto a la muerte.

En definitiva el oro es un regalo a Jesús como Rey, el incienso como Dios, y la mirra como Hombre.
Podemos aprovechar esta fiesta de la Iglesia para reflexionar y vivir las enseñanzas que nos da este pasaje evangélico:

   - Los magos representan a todos aquellos que buscan, sin cansarse, la luz de Dios, siguen sus señales y, cuando encuentran a Jesucristo, luz de los hombres, le ofrecen con alegría todo lo que tienen.

   - La estrella anunció la venida de Jesús a todos los pueblos. Hoy en día, el Evangelio es lo que anuncia a todos los pueblos el mensaje de Jesús.
   -Los Reyes Magos no eran judíos como José y María. Venían de otras tierras lejanas (de Oriente: Persia y Babilonia), siguiendo a la estrella que les llevaría a encontrar al Salvador del Mundo. Representan a todos los pueblos de la tierra que desde el paganismo han llegado al conocimiento del Evangelio.

   -Los Reyes Magos dejaron su patria, casa, comodidades, familia, para adorar al Niño Dios. Perseveraron a pesar de las dificultades que se les presentaron. Era un camino largo, difícil, incómodo, cansado. El seguir a Dios implica sacrificio, pero cuando se trata de Dios cualquier esfuerzo y trabajo vale la pena.
 -Los Reyes Magos tuvieron fe en Dios. Creyeron aunque no veían, aunque no entendían.

Quizá ellos pensaban encontrar a Dios en un palacio, lleno de riquezas y no fue así, sino que lo encontraron en un pesebre y así lo adoraron y le entregaron sus regalos. Nos enseñan la importancia de estar siempre pendientes de los signos de Dios para reconocerlos.

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