LA CUARESMA
EN SÍMBOLOS
La Cuaresma es DESIERTO: es sequedad; austeridad;
rigor; esfuerzo; ayuno; penitencia y tentación.
La Cuaresma
es PERDÓN: como encontramos en las historias bíblicas de Jonás; de
Nínive o especialmente en la Parábola del Hijo Pródigo.
La
Cuaresma es ENCUENTRO: en el abrazo de reconciliación del padre y
del hijo; en la conversión de Zaqueo o
en la de Jesús con la mujer adúltera.
La
Cuaresma es LUZ: encontrada en la narración de la ceguedad del
ciego del Evangelio.
La
Cuaresma es SALUD: del que sufre físicamente, y queda sanado como
en la curación del paralítico o en la del hijo del centurión.
La
Cuaresma es AGUA: que
sacia nuestra sed. El agua viva que satisface por medio de Moisés al pueblo de
Israel, o sacia en el pozo de la samaritana al encontrarse con Jesús.
La
Cuaresma es LIBERACIÓN y TRIUNFO: de nuestras pruebas y
dificultades cotidianas, confiando en el Señor, como José, el hijo de Jacob; la
casta Susana; Esther; el profeta Jeremías, o la principal de ellas, la de Jesús
en el desierto cuando es tentado por Satanás.
La
Cuaresma es TRANSFIGURACIÓN: con luz definitiva del camino
cuaresmal, preanunciada y mostrada en el Monte Tabor.
La
Cuaresma es el ESFUERZO: por retirar de nuestras vidas el
fermento viejo e incorporar la levadura nueva de la Pascua.
LA CUARESMA
ES EL PASO
DE LA CRUZ
A LA LUZ
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