“IR A
POR LA VIRGEN
DE GUÍA”, IR
A SU ENCUENTRO
Cada
trece de agosto, a la caída del sol, los villaduqueños, tienen un cita obligada
con su Patrona, la Santísima Virgen de Guía, en lo que popularmente se llama
“ir a por la Virgen” hasta el vecino pueblo de Hinojosa del Duque, donde la Virgen, en la iglesia parroquial de San
Juan Bautista, está desde primeros del mes de mayo, hasta que el catorce de
agosto, la traigan hasta Villanueva del Duque, para dar comienzo así a sus
fiestas patronales en su honor, y en el de san Jacinto.
La
voz popular de ir a por la Virgen es una expresión metafórica, pues la Virgen
permanecerá por varias horas más en Hinojosa, y será su Hermandad, la que
verdaderamente la acompañe y traslade hasta nuestro Pueblo, y sea entregada a
la Autoridad Eclesiástica.
“La
Iglesia, peregrina en este mundo”, toma la necesidad de manifestar públicamente
su fe, y el cristiano se vuelve peregrino votivo, es decir, le mueve un fin más
allá de la expresión física.
La
peregrinación como dimensión escatológica, como camino al santuario, que se convierte
por unas horas de la noche la iglesia parroquial de san Juan Bautista, es
sinónimo del camino hacia el Reino; de la fatiga del camino, a la contemplación
serena del rostro de la Madre.
El
camino que une Villanueva del Duque con Hinojosa del Duque, el Camino Mozárabe,
se convierte en tiempo penitencial; de consciencia sobre lo vivido y experimentado, y de saberse
deudor de gracias recibidas.
Y
es al mismo tiempo, dimensión festiva, habida cuenta del gozo que supone el
poder realizar ese camino, para cumplir el deseo; de la alegría de conocer lo
que se encontrará en la meta.
Es,
destino de culto. Es allí, donde tras el hacer el camino, se tributa culto a la
Virgen de Guía, en donde cada uno expresa su gratitud hacia la celestial
intercesora, a quién, de generación en generación, los fieles han elevado sus
súplicas, agradecimientos y misericordias.
Culmina
esta peregrinación, como camino de fe heredada y trasmitida; como camino de
oración, en eso, oración íntima y sincera ante Ella, la Reina y Madre de
Villanueva del Duque.
Y
ya, volver a casa.
Recordando todo lo vivido desde ese otro agradecimiento
a la Virgen, el de poder haber cumplido un año más el “ir a por la Virgen”,
volver hacerlo, y esperando ahora sí, su entrada triunfal en el Pueblo, como
Patrona nuestra. No hay mejor título.
No hay comentarios:
Publicar un comentario