La Navidad es la fiesta más
celebrada por los hombres. Hasta los ateos y los enemigos de la Iglesia se
detienen y celebran, a su manera, este acontecimiento de salvación. Es el
recuerdo más universal y más gustado que el mundo tiene de Jesucristo. Pero,
además de ser un recuerdo, la fiesta de Navidad es una acción salvadora para el
hombre actual. Es el Dios inmenso y eterno que desciende a tomar la condición
humana e irrumpe en el tiempo del hombre para que éste pueda alcanzarlo. Nadie,
aunque quiera, puede permanecer al margen de este misterio. El mundo entero
acepta el acontecimiento del nacimiento del Señor, como la fecha central de la
historia de la humanidad: antes de Cristo, o después de Cristo.
Podemos reflexionar las virtudes
que encontramos en los diferentes personajes del Belén y luego, aplicarlas a
nuestra vida:
María nos enseña a ser humildes,
a aceptar la voluntad de Dios, a vivir cerca de Dios por medio de la oración, a
obedecer a Dios y a creer en Dios.
José nos enseña a escuchar a Dios
y hacer lo que Él nos diga en nuestra vida, aunque no lo entendamos y a confiar
en Dios.
Jesús nos enseña la sencillez. A
Dios le gusta que seamos sencillos, que no nos importen tanto las cosas
materiales. Jesús, a pesar de ser el Salvador del mundo, nació en la pobreza.
Jesús es el Hijo unigénito de Dios, imagen perfecta del Padre, lleno de gracia y de verdad.Emmanuel significa Dios con nosotros. La celebración de la Navidad nos recuerda que Dios no está lejos, sino muy cerca de nosotros. En Navidad, celebramos al Niño Jesús que es Hijo de Dios. En Él, Dios nos mostró su rostro humano, para salvarnos y amarnos desde la tierra.
Así como el sol despeja las
tinieblas durante el alba, la presencia de Cristo irrumpe en las tinieblas del
pecado, el mundo, el demonio y de la carne para mostrarnos el camino a seguir.
Con su luz nos muestra la verdad de nuestra existencia. Cristo mismo es la vida
que renueva la naturaleza caída del hombre y de la naturaleza. La Navidad
celebra esa presencia renovadora de Cristo que viene a salvar al mundo.
Alzaré la copa de la Salvación, ¿cómo celebras la Navidad? ¿a
quién festejas realmente?
Adorando al Niño que nace en Belén
Con los monaguillos y parte del Coro juvenil Parroquial
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